Horas después de que la cadena humana por la independencia cruzara de norte a sur toda Cataluña, el Gobierno apela a la "mayoría silenciosa" que ayer no salió a la calle. Guerra de cifras. Los organizadores, la Asamblea Nacional Catalana, asegura que no fueron menos de un millón seiscientos mil catalanes. El ministerio del interior rebaja esa cifra hasta cuatro veces menos, a cuatrocientos mil. En cualquier caso, Moncloa apuesta por la negociación discreta con la Generalitat. Negociación a todas luces complicada, también para Artur Mas, porque lo de ayer le obliga a mantener su hoja de ruta. De hecho, el portavoz de la Generalitat hoy declara que ahora sólo queda fijar fecha y pregunta para la consulta soberanista.