El oleaje de esta noche en el Cantábrico no ha sido tan fuerte como se esperaba aunque ha vuelto a despertar la curiosidad de algunos donostiarras que no han querido perderse el espectáculo.La noche se ha desarrollado sin que haya habido que lamentar daños materiales ni personales. Algunos de los que se acercaron al paseo mostraban su decepción con la medida fuerza del mar.