Lucía Díaz tenía 42 años cuando el atentado del 11-M paralizó su vida. 11 días en la UCI. Le identificaron gracias a la alianza de boda porque estaba desfigurada. 20 operaciones quirúrgicas y una energía envidiable le han permitido 10 años después rehacer su vida. No hay que tener miedo, asegura, tras montarse en el tren para ir a trabajar.