Los hechos ocurrieron en octubre 2010. Ernesto, reciéntemente separado de su mujer le envío repetidas veces unas cartas para hablar con ella. Un día según él se hartó y se plantó en la puerta de su casa y presuntamente la amenazó con una carabina del calibre 22 diciéndole que si no subía al coche le pegaría un tiro. Según el acusado, su intención era suicidarse, nunca matarla a ella.