En una España amenazada por el ébola, las sescenas vividas a las puertas de los hospitales lo dicen todo sobre la estrategia política y de comunicación en esta primera semana de contagio.

La crisis más potente fue a caer en el territorio de uno de los ministros más débiles, desde la primera comparecencia (de apenas 21 minutos, blindada por 6 altos cargos) se confirmaron los peores pronósticos: Ana Mato esquiva, insegura nunca ha dado la sensación de tener el control.