La llegada de José Ignacio Goirigolzarri a la Presidencia de Bankia puso punto y final a las tarjetas black. El informe encargado a la firma auditora estadounidense Herbert Smith destapó el escandalo. Goirigolzarri se lo comunicó al Fondo de Reestructuración Bancaria. De ahí a la fiscalía y a los medios de comunicación. 15,5 millones gastados alegremente mientras Cajamadrid agonizaba. Desde 20 ceéntimos en una farmacia hasta cantidades descomunales en vino o restaurantes. Todo pagado con la tarjeta opaca. Con implicados de todos los colores y condición llega el momento de cambiar las reglas del juego. Esta semana el PSOE ha anunciado que sus militantes no podrán aceptar regalos de más de 60 euros. Incluso barajan exigir a los expresidentes que renuncien a su pensión vitalicia si en el futuro ejercen una actividad profesional.