Antonio tiene 24 años y es sospechoso de la desaparición del hijo de su novia, el pequeño Alejandro de tan sólo tres años. El propio Antonio denunciaba la desaparición sobre las cinco de la tarde. Vivían en la barriada del Palo (pegado a la ciudad de Málaga), primero Antonio aseguró que había perdido al pequeño en el centro comercial de Rincón, después cambió y habló del Peñón del Cuervo para acabar situando la desaparición de Alejandro en varios puntos de la playa de Cala del Moral.