El capitán de la Guardia Civil que participó en el operativo del pasado 6 de febrero de 2015 en la playa del Tarajal, ha sido el primero, y hasta este momento el único, en declarar como imputado por la tragedia que le costó la vida a 15 inmigrantes. Tras él, otros 16 agentes de la Guardia Civil tendrán que declarar como imputados. El capitán ha reconocido que cogió el arma de uno de sus agentes y disparó pelotas de goma cerca de donde nadaban o intentaban hacerlo algunos emigrantes.