Redistribuir la riqueza y reducir la desigualdad, es la filosofía que inspira la propuesta de Izquierda Unida y que pretende que ningún trabajador -ni en el sector público ni en el privado- cobre un sueldo que sea diez veces mayor que el que reciba el empleado con el salario más bajo. El líder de la formación, Alberto Garzón, ha asegurado hoy que es necesario combatir la desigualdad “porque no solo es causa de la crisis sino que también es su consecuencia y se están produciendo situaciones aberrantes” en lo referente a los salarios.