El juez había dado el visto bueno para que la Guardia Civil instalara micrófonos en el despacho del expresidente de la Comunidad de Madrid y cabecilla de la trama de desvío de dinero del Canal de Isabel II, Ignacio González. Micrófonos que permitieron a los investigadores conocer todas las conversaciones, incluso cuando González fue advertido de que tenía el teléfono pinchado. Con los mensajes de texto se mostraba más relajado. El expresidente madrileño encarcelado por el caso Lezo felicitaba a Rafael Catalá por su nombramiento como ministro de Justicia y él le contestaba: Gracias Nacho. Un fuerte abrazo. Ojalá se cierren pronto los líos".