Brahim Aalla celebra que su hijo Mohamed esté en casa. “Estamos contentos”, ha contado a los periodistas. El juez lo puso en libertad anoche. Llegó de madrugada a Ripoll, en taxi, que pagó su padre al llegar a casa porque él no llevaba dinero. El padre insiste en que es inocente y que el día de los atentados estaba en Rosas, Gerona, con su mujer. “No hace nada. Solo deja un coche a su hermano”, ha explicado el padre.