El Partido Popular se sentará finalmente en el banquillo de los acusados por la destrucción de los ordenadores de Luis Bárcenas. La juez desoye las alegaciones de la defensa del PP que pedía el sobreseimiento de la causa basándose en la doctrina Botín porque la fiscalía no acusa. Asegura la magistrada que "los indicios que han quedado acreditados" apoyan su decisión de llevar por primera vez a juicio a un partido político.