La recomendación de Francia de no viajar a España por el aumento de los contagios ha caído como un jarro de agua fría para el turismo en nuestro país. La preocupación es máxima en la Costa Brava o en Barcelona, dos de los destinos por excelencia de los franceses. En las Islas Baleares el mayor temor es que la alarma de extienda a otros países como Alemania. Mientras en la Costa del Sol, miran con optimismo la decisión de Reino Unido de quitar la cuarentena a los turistas vacunados con la pauta completa desde el 19 de julio. Después de más de un año y medio en blanco, otro verano sin turistas extranjeros sería la ruina absoluta para el sector.