País Vasco se aferra a la responsabilidad de sus ciudadanos y el lehendakari Iñigo Urkullu les pide que “tomen como prohibición la excesiva interacción social”. Sin pasar por el juzgado quiere controlar la noche pidiendo a los ayuntamientos que cierren plazas, calles y parques y limitando las reuniones de no convivientes. Cataluña y Cantabria siguen pendientes de que le aprueben sus peticiones de toques de queda selectivos. Y el gobierno de Las Islas Canarias, pese a la negativa de los jueces, no se rinde y recurrirá ante el Tribunal Supremo. Otra comunidad que podría implantar el toque de queda es Murcia, que lo pediría en cuanto se vea afectado el sistema sanitario. Galicia y Valencia apuestan por detener la entrada del virus pidiendo una PCR o el justificante de vacunación para conciertos, actos culturales, celebraciones o eventos multitudinarios. La medida estaría pendiente de un decreto ley del Gobierno y permitiría reactivar la economía y además disfrutar de un ambiente seguro.