La lava ya ha llegado al mar y al contacto con el agua, ha generado columnas de vapor y ácido clorhídrico. Las autoridades advierten que este momento es especialmente peligroso por el choque térmico entre la temperatura de la lava y el mar. Ante esta nueva situación, aumentan las recomendaciones.

La primera, que nadie se acerque a menos de 3 kilómetros y medio de la zona. Parece obvio, pero son muchos los curiosos que estos días han entorpecido las labores de los equipos de emergencia.

Los expertos advierten, ahora se enfrentan a una nube cargada de gases tóxicos. Cloro, azufre y carbono llegarán al interior. Por eso en Tazacorte, San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y la Condesa siguen confinados. Sus 300 habitantes deben permanecer en casa. Hay que cerrar bien puertas y ventanas. Cubriendo con trapos húmedos cada rendija.

Si no hay más remedio que salir a la calle, es fundamental tapar nariz y boca para no inhalar los gases. Estos afectan a pulmones, piel y también a los ojos, por lo que se recomienda evitar las lentillas y usar gafas. Y si la mascarilla ya era importante, en estas condiciones se vuelve imprescindible. Toda precaución es poca para evitar males mayores.