Las imágenes submarinas de la fajana de La Palma, el delta que la lava ha creado en el mar, muestran a los peces acercándose a ella. Fueron grabadas a 20 metros de profundidad en un momento en el que no había actividad. El vertido ha provocado un cambio enorme en el fondo y el ecosistema marino. Son alrededor de treinta hectáreas en las que no hay rastro de vida, han quedado arrasadas.