Sin poder quitar la vista del volcán y sintiendo los temblores que provoca la bolsa magmática en su salida a la superficie desde el corazón de la tierra. Así viven hoy los palmeros, con los latidos del Cumbre Vieja bajo sus pies, provocando esta mañana seísmos de entre 2.7 y 3 grados. Los expertos intentan tranquilizar, son terremotos normales, que han bajado de intensidad después del de 4.9 grados de ayer. Pero los vecinos no pueden alejarse del miedo. Un miedo que se está traduciendo en insomnio. En varias farmacias se van agotando ya los medicamentos para dormir. Un sobresalto que temen les acompañe muchos más días.