Ha sido noticia destacada hoy en España. Eduardo Zaplana, ex presidente de la Generalitat Valenciana, se sentará en el banquillo por el caso "Erial". La Fiscalía Anticorrupción pide, para el que fuera dirigente del PP, 19 años de cárcel. Zaplana amasó, según el fiscal, una fortuna ilícita aprovechando su cargo como presidente de la Generalitat. Y cuando dejó la política "ocultó el origen de ese dinero para su posterior disfrute a través de sociedades y testaferros". El hallazgo de unos papeles en una antigua casa de Zaplana, entregados hace 7 años por Marcos Benavent, el autodenominado ‘yonki del dinero’, dio origen a esta investigación. Benavent ya avisó de que “va a salir mierda”. Zaplana fue detenido en 2018. Los documentos mostraban sobornos de empresarios, "en virtud de los acuerdos alcanzados con Zaplana", dice el fiscal. Así obtenían las concesiones de ITV y parques eólicos que el propio expresidente privatizaba. Junto a él se sentarán en el banquillo de los acusados otro expresidente valenciano, José Luis Oliva, y varios empresarios, como los hermanos Cotino, por colaborar presuntamente en ocultar el dinero ilícito para su posterior uso personal. De ese dinero se beneficiaron la mujer y las hijas de Zaplana mediante donaciones y compras de pisos y coches de lujo, pero no se ha podido demostrar que ellas conocieran el origen ilícito. La fiscalía pide 19 años de prisión, diez de inhabilitación y 40 millones de multa para Eduardo Zaplana.