Cuenta atrás para que el PSOE y Podemos cierren una de las negociaciones que más ha tensión ha generado en su Gobierno de coalición: la de la reforma de la ley del solo si es sí. Tienen hasta el martes y la discrepancia es "fuerte", según ha admitido Irene Montero. Con ya más de 400 rebajas de condena y más de 30 excarcelaciones, la ministra de Igualdad admite estar dispuesta a ceder para que se suban las condenas, pero no a cambiar el modelo.

"Ni un paso atrás", decía ella y coreaba el público que le ha acompañado en su último mitin. Lo de ni un paso atrás suena rotundo, pero Irene Montero, sin embargo, ha decidido moverse. "Estoy dispuesta a ceder", admitía, oficializando su disposición a reformar la ley y subir algunas penas. Se hace cargo, dice, del dolor de las víctimas por las excarcelaciones, también del clamor social, pero sobretodo entiende que hay una ofensiva "política, judicial y mediática" contra su proyecto que requiere una respuesta "unitaria del Gobierno", enfrentado por este debate. "No tenemos un acuerdo con el PSOE, tenemos discrepancia fuerte", admitía la ministra para explicar su disposición,"mayor que nunca", al cambio de su proyecto estrella.

Montero ha modulado también sudiscurso sobre los jueces. Ahora afirma que son una mayoría los que han aplicado bien a ley y una minoría la que la interpretado mal. También esto se puede leer como una de sus concesiones a las que, en todo caso, pone un límite. "Hay una cosa en la que no estoy dispuesta a ceder", proclamaba, "el cambio de modelo". Esto es, lo que para ella es seguir poniendo el foco en el consentimiento. Y, dicho esto advertía teatralmente al líder del PP: "Señor Feijóo. Solo sí es sí". El mensaje es para un PP que sigue hurgando en la herida abierta en el Gobierno. En palabras de Cuca Gamarra, su secretaria general: "Sabían que la ley tenía fallos y a pesar de ello siguieron adelante", ha señalado apuntando al Gobierno de Pedro Sánchez, al que acusa de haber convertido en un "vodevil" la gestión de este asunto.

Los de Feijóo mantienen en pie su oferta de votos a los socialistas para -si no logran el acuerdo con Podemos- arreglar cuanrto antes "el desaguisado".