Podemos contaba con seis meses más dentro del Gobierno, pero el anuncio de Pedro Sánchez de adelantar las elecciones generales al 23 de julio ha hecho saltar por los aires sus planes. El adelanto llega a un partido que atraviesa sus horas más bajas, con la pérdida de dos tercios de su implantación territorial y la caída de todos sus gobiernos autonómicos, salvo Navarra.