A lo largo del último mes y a través de las páginas de NEOMOTOR hemos venido recorriendo las carreteras de siete de las ocho Islas Canarias. Se nos queda en el tintero La Graciosa, ?la octava isla? desde que el verano pasado el Senado le reconociera esta condición, pero que permanece virgen de toda carretera o pista transitable mediante otra cosa que no sea una bicicleta. Después de visitar Gran Canaria, Tenerife, Fuerteventura, Lanzarote, La Palma, La Gomera y El Hierro, cerramos el círculo volviendo al punto de inicio, Gran Canaria, pero si en febrero la recorrimos desde el este hacia el sur alcanzando su boscosa cumbre, ahora lo hacemos por la cara norte bordeando la escarpada costa que nos lleva hasta Agaete y La Aldea de San Nicolás. Y lo hacemos partiendo desde la capital, desde Las Palmas de Gran Canaria y al volante del Abarth 595C. La versión convertible de este concentrado de deportivo para conducirlo a cielo abierto en las muchas paradas a pie de costa, pero con el temperamento inherente a todo Abarth para ponerlo a prueba cuando toque agarrarse porque, literalmente, vienen curvas. Cientos de ellas. Elegimos la zona de Las Palmas de Gran Canaria mejor conectada con la comarca norte, desde el Auditorio Alfredo Kraus en el que termina la Playa de las Canteras. Un emblemático edificio en forma de faro flanqueado por una gran estatua del tenor canario que le da nombre. Conviene dar un paseo por los Jardines del Atlántico y la Plaza de la Música y así echar un primer vistazo a esa escarpada costa de roca negra que contrasta con la arena dorada de Las Canteras. Tomando la GC-2 y pocos kilómetros después, primera parada (rápida) en el Monumento del Atlante para ver más de cerca los acantilados que junto a las pequeñas calas, pueblos marineros y piscinas naturales dan forma a esta cara norte de Gran Canaria. A la Playa del Puertillo o los Charcones, ambos en Arucas, dan paso a el Charco de San Lorenzo, en Moya, o, en Santa María de Guía, las Piscinas de Roque Prieto. Por Gáldar sigue la oferta de playas y charcos, aunque tampoco conviene perderse el Faro de Sardina ni el pequeño muelle de esta localidad que, a través de la GC-202 nos lleva otra vez de vuelta a la GC-2 para llegar a Agaete y su Puerto de las Nieves.