Martín Chirino (Gran Canaria, 1925) ha muerto este lunes, 11 de marzo, por la tarde en Madrid. El más cosmopolita de los artistas canarios del siglo XX, de la estirpe de Manolo Millares, de Manuel Padorno y de Juan Hidalgo, era un titán de la arena y del hierro. Era un intelectual del arte; nunca renunció a sus raíces, las islas Canarias, a las que volvió siempre que pudo y donde deja una fundación que tiene su nombre. Su obra es ingente, está en plazas, en museos y en colecciones. No cesó nunca de dibujar y de esculpir. Así cumplía una vocación que desafió la edad hasta ahora mismo.