Ellos también son víctimas de la pandemia, pero apenas hablamos de ellas. Han sobrevivido, sí, pero no han superado todavía unas secuelas que duran ya 4 meses. En los hospitales, como el Puerta de Hierro de Madrid, están constatando una realidad que afecta hasta a un 40 por ciento de los contagiados: es la llamada Covid persistente, la enfermedad que no termina de curarse.