En la ceremonia de despedida en el Palacio de El Pardo, se ha producido una de las imágenes más curiosas de la visita. Al salir de las dependencias, la Jequesa ha perdido el zapato cual Cenicienta al quedarse enganchado su tacón en uno de los empedrados del patio palaciego. Rápidamente, su marido se ha apresurado a ayudarle a ponérselo para que no perdiera el paso. Doña Sofia, que andaba paralela a la Jequesa en ese instante, la ha sostenido para que no perdiera el equilibrio. Luego, ambas han seguido la marcha sonriendo y copartiendo confidencias agarradas del brazo.