El estramonio prolifera sin cesar en un solar de Valencia. Los vecinos, que hasta ahora no conocía la peligrosidad de esta planta, creen que es una salvajada que nadie tome medidas. Terrenos baldíos que conservan la humedad del subsuelo son los hábitats idóneos para que crezca el estramonio, el culpable de que dos jóvenes murieran en Getafe al ingerirlo como sustancia alucinógena.