"La Navidad se ha convertido hoy en una fiesta de los comercios, cuyas luces destellantes esconden el misterio de la humildad de Dios, que nos invita a la humildad y a la sencillez", ha dicho Benedicto XVI en su homilía a cerca de 10.000 personas congregadas en la basílica de San Pedro y a millones más que han seguido la misa por televisión en todo el mundo.