Los españoles nos hemos acostumbrado a ver a los fumadores apurar el cigarrillo en las terrazas de las cafeterías. Hace un año en el que los bares cambiaron un cartel por otro y, desde entonces, el sector asegura que han perdido dinero y clientes. Aunque al principio hubo insumisos que se oponían a la ley, al final todos han terminado por cumplir la Ley Antitabaco. Lo más beneficiados han sido los no fumadores porque se respira mejor en las cafeterías.