La torre de La Rosaleda, en Ponferrada, estaba destinada a ser un ejemplo de arquitectura y de lujo. Sin embargo, su objetivo ha fracasado debido a la mala administración de la promotora, que dejó una deuda de 70.000 euros a la compañía de la luz. Por ello el rascacielos no dispone de luz en las zonas comunes de sus 24 plantas. Muchos vecinos han optado por marcharse y el hotel que alberga no recibe clientela.