No quiere que la grabemos porque asegura, es una persona reservada. Pero lo cierto es que hoy, sin quererlo, ha sido la protagonista del día en Marín. El ladrón la abordó aquí, a las puertas de su residencia. Le pegó un tirón al bolso en el que llevaba parte del dinero destinado a pagar el alquiler de los pisos que gestiona Cáritas. Sor Elvira cayó al suelo y sufrió magulladuras y lesiones. Pero su débil complexión física no le impidió zafarse del ladrón. Ella se aferró al bolso de tal manera que el caco tuvo que darse por vencido y huir sin el botín. Ellos, los necesitados a los que Elvira ayuda cada día aseguran que no volverán a dejarla sola por la calle.