Los vecinos de Oviedo y algún que otro turista ya pueden observar e identificar los restos de fósiles que hay en las baldosas de la plaza y que han pisoteado durante años sin tener conocimiento de ello. Se trata de fósiles de conchas o huellas de moluscos de unos 400 millones de años, y que el Ayuntamiento ha decidido remarcar con una línea azul para que los viandantes sean conscientes de su presencia. Alertados quedan de una riqueza que no parece estar solo en el suelo. Según cuenta Benjamín Rodríguez Cabañas, concejal de Vías del Ayuntamiento de Oviedo, "hay fósiles en casi todos los edificios".