Un vigilante de seguridad privada hacía ronda en el Polideportivo Municipal de Entrevías (Madrid) cuando vió a 15 jóvenes bañándose en la piscina. Intentó echarles pero el grupo le rodeó, le amenazaron con una botella de cristal rota, le robaron el teléfono móvil y le dejaron esposado con sus propios grilletes en la escalerilla de la piscina antes de darse a la fuga.