Esta aglomeración de gente quita horas de sueño a los vecinos del barrio de la Alfalfa. Una se sus estrechas calles concentra un gran número de bares de moda con ruido y alcohol hasta altas horas de la madrugada. Desde el interior de esta residencia de ancianos se aprecia el ruido y sus consecuencias. A Manuel también le cuesta dormir viviendo enfrente de los bares de un calle que en ocasiones pedir una ambulancia, es un problema. Al día siguiente de una noche de borrachera en la calle, a José le toca limpiar.