Nuevo paso de gigante para la conquista espacial. Si todo sale según lo previsto, por primera vez se aterrizará sobre la superficie de un cometa. Entre las órbitas de Júpiter y Marte, la nave Rosetta soltará un robot que deberá alcanzar la superficie del cometa en 7 horas. Desde la Tierra se hará un estrecho seguimiento del acontecimiento en centros de control como el de Villanueva de la Cañada, en Madrid.