El féretro de la Duquesa de Alba ha llegado a la capilla ardiente instalada en el Ayuntamiento de Sevilla. Al bajar el féretro, todos los nietos se agolpaban para llevar a Cayetana, mientras los sevillanos que esperaban a las puertas del consistorio la recibían entre aplausos. Dentro se puede ver a una familia rota por el dolor y a Alfonso Díez por la pérdida de su esposa.