En algunos pueblos dejarían de ver camiones pasando por sus calles. El objetivo es evitar los accidentes en vehículos de transporte. El coste del peaje lo pagarían Fomento y los camioneros al 50%. Otra medida es instalar radares específicos, que sepan distinguir entre coches, camiones, furgonetas y autobuses. También se van a realizar ITVs en plena carretera, inspecciones más a fondo de las que tradicionalmente pueden hacer los agentes en los controles. Con la mejora de la economía circulan más vehículos de transporte y ello se refleja en las muertes. En 2014, 92 personas murieron conduciendo una furgoneta, 45 más que en 2013; en camiones se ha pasado de 19 muertos a 24. Estas medidas costarán, según Fomento, 10 millones de euros.