Ha sido la noche más larga para los 980 vecinos del desalojado pueblo de Boquiñeni. La han pasado en casa de familiares o amigos o en el polideportivo de la vecina localidad de Luceni. Mientras algunos desayunaban en el polideportivo comentando las noticias que les llegaban del estado del pueblo otros, más impacientes se acercaban hasta el boquete abierto en la carretrera para evitar inundaciones mayores en el pueblo y que lo mantiene prácticamente incomunicado. Allí, la unidad militar de emergencias está construyendo un puente metálico de veintiún metros para dar acceso a los vecinos.