La antigua casa del atleta paralímpico Oscar Pistorius, era, hasta hace poco, la escena del crimen en el que el propio Pistorius disparó y mató a su novia, la modelo Reeva Steenkamp. En unos meses, estos empresarios pretenden convertir la casa en una sala de fiestas. Sin modificarla demasiado porque ese será precisamente el reclamo para atraer a la gente. En las fiestas harán un recorrido explicativo para que los asistentes puedan ver toda la casa. El atleta tuvo que vender esta casa para pagar los gastos del juicio.
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