Los vecinos de San Román en Santander llevan una semana sin pegar ojo, las culpables son las orugas. En cuestión de segundos se multiplican, trepan e invaden todo lo que pillan a su paso. Carmen lleva 60 años viviendo aquí y le pilla por sorpresa. Ha probado de todo para acabar con ellas. Un infierno al que no saben cómo enfrentarse. Andar es imposible. Todos los caminos están literalmente invadidas. Una plaga que también afecta a 3 barrios de la capital cántabra y que, lejos de solucionarse, se está convirtiendo en su peor pesadilla.