Los 20 empleados del turno de mañana del supermercado Mercadona de As Lagoas, en Orense, poco se imaginaban a las 14.08 horas de ayer que uno de sus clientes asiduos, Carlos Stefano G.I. (35 años), iba a sembrar el terror tras protagonizar un tiroteo que se saldó sin heridos. Su aspecto no pasaba desapercibido: tez muy blanca, aspecto juvenil, alto, pelo afro de color rubio y bien vestido. Casi siempre llevaba consigo una mochila verde que ayer contenía un frasco de Listerine, una botella de Aquarius con gasolina y una caja con nueve cartuchos.