El caso de Ángel y María José ha resucitado el de Ramón Sampedro y Ramona Maneiro. Ella no se arrepiente de que su mano fuera la que ayudó a morir a Sampedro. Aunque sí tiene envidia sana de Ángel, porque ?él sí pudo permanecer con ella hasta el último instante agarrado de la mano. Fue muy bonito?. Sin embargo asegura que ?ya han pasado 21 años y no nos hemos movido una mierda? en el tema de la eutanasia. Ángel cuenta también con el apoyo de Marcos Ariel Hourmann, el primer médico condenado por eutanasia en España. Él ha sido el promotor de una recogida de firmas para que quede libre de cargos. Además, pide una legislación para esos finales tan dolorosos. Ese final que persigue lentamente a Marco Antonio, media vida enfermo de esclerosis. ?Llevamos demasiado tiempo luchando contra la enfermedad como para que no podamos decidir qué hacer al final?. Simplemente exigen el derecho a una buena muerte.