La violencia de género sigue dejando un reguero de víctimas, en muchos casos con un sufrimiento que se repite una y otra vez. Es lo que le sucede a Silvia. Su expareja sale este domingo otra vez de la cárcel, donde estaba como reincidente de acoso y agresión y de romper las pulseras telemáticas. Silvia teme por su vida y pide que el Gobierno de Navarra considere a su perro un animal de asistencia, como los perros guías, algo que de momento se le niega. Sufrió durante palizas, quemaduras, violaciones, insultos y vejaciones por parte de su pareja durante 18 años. Su agresor saldrá en libertad y ella está segura de que irá a buscarla. Tiene miedo de si la hará sufrir mientras la mata. Sólo su perro le brinda algo de seguridad y protección.