Verena García, 16 años y una vida constantemente interrumpida por la tos. Que la persigue cada dos segundos, 24 horas del día desde hace ya seis meses, cuando se contagió de coronavirus. Una tos persistente que la condena a la clase online y a vivir confinada en casa. Un equipo médico estudia si el problema es neurológico. Verena también sufre terribles dolores de cabeza y problemas musculares.