Tomas Gimeno zarpó y su teléfono lleva a los investigadores a buscar en el sur de la isla. Pudo recorrer unos 50 kilómetros. Las pudo arrojar al mar lastradas , pero la profundidad haría imposible que volvieran a la superficie con el tiempo. Pero también pudo pasar a sus hijas a otra embarcación. Esta hipótesis es más complicada porque Tomás regresó a puerto a las 23:30. Creen que solo. Necesitaba un cargador de móvil por eso piensan que tenía un plan de fuga. A las 00.30 Tomás con el teléfono cargado volvió al mar. La lancha aparecería horas después a una hora de navegación en el sureste. Los investigadores rastrean los barcos que desde las islas están llegando a Cabo Verde, Madeira o Marruecos.