Los profesionales sanitarios luchan sin descanso contra la sexta ola de la pandemia de la Covid-19 que provoca la saturación y la enorme presión que casi dos años después en los distintos centros hospitalarios de las islas. "Nos llean muchos no vacunados y al final se arrepienten, y hay que intubarlos, lloran y se asustan muchísimo, porque tienen miedo a morir solos", asegura la doctora de UCI del Hospital Universitario de Canarias, Samantha Huidobro.

La sanitaria tiene una sensación “muy mala, de que han pasado dos años y estamos igual , y si tengo que definirlo con una palabra es descorazonador” y, según explicó en los micrófonos de La Mañana de Cope Tenerife, "hay gente que niega la pandemia, que te dicen si creen o no creen, como si esto fuera una religión, y esto es muy duro".

Sobre las manifestaciones de los negacionistas aseguró sentirse afectada, ya que "cuando vi esas imágenes, no pude ver el vídeo entero, no podía, era una sensación de rabia, de pena, de impotencia, de no saber que está pasando”.

La médico intensivista insiste en que “esto es una enfermedad, no es cuestión de creer o no, y es una enfermedad real, que deja secuelas, y que la gente se muere”. Y esbozó un deseo: “Me gustaría que estuvieran una semana viendo lo que nosotros vemos, seguro que cambiarían de opinión”.

Sobre los pacientes que llegan a la UCI cuenta que "por una parte, está la gente que no se vacunó por miedo, y después el que dice que no cree en el covid” y recuerda un caso especialmente doloroso en el que un chico joven, que "su pareja sí se había vacunado, y él llegó asustadísimo, pidiendo que por favor le ayudáramos por que tenía dos hijas pequeñas”.

"Al final todos se arrepienten, porque cuando llegan con nosotros se dan cuenta de lo que es, y que no es como ellos pensaban”, añade. “El problema es que muchos no son conscientes de los graves que están, y cuando tienes que explicar que hay que intubarlos, se asustan, lloran, y otros protestan porque no tienen esa sensación de gravedad. Lla realidad es que todos acaban teniendo mucho miedo a morir, y sobre todo a morir solos en una UCI”, sentencia.