No son unos sarmientos de vid cualquiera. Son de la isla de La Palma y algunos podrían tener más de 100 años. Llegaron a este laboratorio de Tarragona 4 meses antes de que el volcán de Cumbrevieja las arrasara. La Universidad Rovira i Virgili estudia el perfil genético de las vides canarias y ahora, con estas muestras, tienen un nuevo propósito. Aunque aseguran que es complicado por el método que se usó para trasladar las muestras. Pero no pierden la esperanza porque estas muestras llegaron con las yemas que contienen células embrionales y por tanto, podrían recuperarse. 40 de las más de 400 hectáreas de viñedos de La Palma quedaron sepultadas por el volcán. Ahora, esperan, durante este año de estudio, poder recuperarlas y conservar así el patrimonio vitícola palmero.