Irritación en la piel con dermatitis, irritación ocular o de la vía aérea. Estos son solo algunos de los efectos que la erupción del volcán de La Palma puede tener en la población y serían los más leves. Cristo Rodríguez, investigadora del Hospital Nuestra Señora de La Candelaria, advierte que ya hay certeza de un aumento del cáncer de tiroides en poblaciones que han estado expuestas, por ejemplo, al volcán Etna. Las miles de toneladas de CO2 y dióxido de azufre expulsadas y la ceniza que sigue impregnando el ambiente repercutirán en las enfermedades respiratorias y pueden empeorar las cardiovasculares. Para comprobarlo durante los próximos cinco años se analizará la salud de 2.700 personas, comparando a quienes viven al oeste de La Palma, los más expuestos al volcán, con quienes se encuentran al este, la zona más alejada. Se valorará cómo evoluciona la capacidad pulmonar o los efectos de los metales pesados que puede haber en la sangre. Porque hay elementos del volcán que seguirán activos en la salud.