Con la que le viene encima a Andalucía, entre las aglomeraciones de Semana Santa, ferias y romerías, no es de extrañar que su presidente, Juan Manuel Moreno, quiera mantener las mascarillas al menos un mes y medio más. Un temor que sobrevuela el País Vasco, pese a que mejora sus datos y a que estaría dispuesta a dar ese gran paso. Dependerá de lo que sugieran los expertos de la Comisión de Salud Pública, que en pocas horas propondrá el final de lo inevitable. Con el gran índice de vacunación y los hospitales controlados puede haber acuerdo incluso antes de Semana Santa. Las comunidades de Cataluña o Madrid tienen muchas ganas de quitársela ya, excepto en situaciones de vulnerabilidad como hospitales, residencias y transporte público. Cuentan los días para que en bares, discotecas, gimnasios, cines o colegios termine la pesadilla.