No se trata de una reaparición artística como cantante, ya que Justin Bieber se ha mantenido alejado de la música desde hace tres años, cuando reveló que padece el síndrome de Ramsay Hunt, una enfermedad que le causó parálisis facial parcial, sumado a su lucha constante contra la ansiedad y la depresión. Esta vez, simplemente se le vio como uno más entre el público en Coachella.

Sin embargo, en los vídeos captados por otros asistentes, su aspecto y comportamiento han generado preocupación: actitudes extrañas, consumo de sustancias no identificadas y compañía de personas presuntamente vinculadas a bandas. Ante esto, las redes sociales claman por ayuda urgente para el cantante canadiense.

De hecho, el 'Daily Mail' contactaba con personas cercanas al matrimonio Justin-Hailey y estas fuentes decían que el artista está en una especie de espiral, que "no duerme, no come y envía mensajes frenéticos en plena noche". Además, aseguran que todos a su alrededor, incluida Hailey, saben que Bieber no está bien y necesita ayuda. Todos se dan cuenta, menos él.