Abrimos la puerta y primer gran problema. 20 niños como máximo, en un aula diseñada para 28. En donde además hay que comer. En este otro centro la solución fácil es inviable. La adaptación a la nueva normalidad, es sobre todo, en el ámbito educativo, un problema de espacio. Pero también de recursos y profesores. Hay alternativas imaginativas. Que ya han pensado en otros muchos centros. Pero llega un momento que el pasillo, el gimnasio o el laboratorio se llenan y hay que seguir manteniendo el metro y medio. Y en infinidad de colegios e institutos, sumen además las altas temperaturas. Muchos problemas todavía, que habrá que solventar antes de septiembre.