Los vídeos de una fiesta celebrada en un barco en el sur de Gran Canaria con decenas de asistentes sin mascarilla y sin guardar la distancia de seguridad y superando el aforo de reuniones de un máximo de seis personas, para combatir la Covid-19, establecido por el Gobierno de Canarias en el decreto aprobado el pasado 3 de diciembre y publicado en el Boletín Oficial de Canarias al día siguiente, están corriendo como la pólvora en las redes sociales desde el fin de semana.

La limitación establecida por el Ejecutivo para controlar la pandemia se extiende a encuentros sociales y familiares que tengan lugar en espacios de uso público y privado, cerrados o al aire libre y no podrán superar las seis personas, menos la excepción que fija en un número máximo de 10 personas los asistentes a los encuentros familiares o con allegados para celebrar las comidas y cenas navideñas de los días 24, 25 y 31 de diciembre y del 1 y 6 de enero.

En las imágenes publicados en las redes sociales se puede comprobar cómo el número de participantes supera ampliamente la decena de asistentes, entre las que se encuentra la influencer canaria Lola Ortiz, extronista y expretendienta del programa 'MyHyV'. Ortiz incluso ha publicado una 'storie' en su cuenta de Instagram en la que muestra el resultado de un supuesto test de antígenos con resultado negativo tras ser criticada por su presencia en la celebración.

Sin embargo, la empresa propietaria del catamarán que aparece en las stories, Five Start Boat, con base en Puerto Rico, en el municipio de Mogán, ha desmentido que los vídeos se correspondan con las excursiones realizadas desde que entraron en vigor las nuevas limitaciones para las reuniones. La directora de la empresa, Natalia Moreno, ha aclarado que las imágenes pertenecen a un evento que tuvo lugar “a finales del pasado verano”. Reconoció que Lola Ortiz ha participado en eventos en el catamarán, pero reiteró que “los vídeos no fueron grabados estos días”.

Moreno explicó que la pasada semana, “debido al mal tiempo”, hicieron tan solo dos salidas de las cinco que suelen realizar. “Una de ellas fue el pasado sábado con un grupo de 40 clientes de un hotel y la otra fue unos días antes con 12 personas”, precisó. Este lunes, 7 de diciembre, hicieron otra “con 54 clientes cumpliendo todas las medidas de seguridad. Es más, en el embarque estuvieron agentes de la Policía Local de Mogán y nos dijeron que podíamos salir sin problema”, subrayó Moreno.

Detalló que el catamarán tiene una superficie de 300 metros cuadrados con capacidad para 150 personas, aforo que a raíz de la pandemia de Covid-19 han reducido al 50%. “Hacemos separaciones por grupos de 6 personas cumpliendo todas las medidas de seguridad”, insistió Moreno.

El pasado verano la Guardia Civil de Mogán denunció a la empresa propietaria de una embarcación de recreo por celebrar una fiesta privada mientras estaba fondeada en aguas del litoral entre Tauro y Playa del Cura, con gente aglomerada en la cubierta superior sin respetar la debida distancia de seguridad y sin mascarillas.